Esta noche, antes de cerrar la comunicación con una amiga, entre referencias a mi ¿radicalidad? a mi ¿radicalismo? en algunas cosas, a mi tendencia a la recurrencia en algunos comentarios, a si el hecho de ser creyente es bueno, es mejor o todo lo contrario, a si hay buena gente que no va a misa, a si es mejor mantenerse sin meterse en líos o ser más peleón como yo, .... recordé que no había escrito nada esta semana en mi tarea, aunque desde hace unos días tenía localizadas varias cosillas para comentar.
No voy a decir nada del Sahel ni de Mali y el conflicto que se da en esa tierra ante el avance de los islamistas, ni voy a decir nada de las revoluciones "primaverales" como la de Egipto y lo que está significando de enfrentamientos en la calle, ni mencionaré el que a pesar de todos los pesares en India se repitieron las violaciones en grupo, ni comentaré nada del aumento de ventas de armas en USA, ni a la lucha de Cáritas por ayudar a los mas desfavorecidos, .... Voy a hablar de Deporte.
En el evangelio de San Marcos, cuando Jesús hacía algo en favor de los demás, solía decir que "no se lo dijeran a nadie", cosa la cual no hacían ni los favorecidos ni los testigos. Algo así pensaron los protagonistas que mencionaré.
En Vitoria, un atleta ha sido noticia por no aprovecharse del despiste del que iba delante de él. En Burlada había una carrera. El primero era el atleta keniano, Abel Mutai, y el segundo era Iván. El uno medallista olimpico, el otro un desconocido. Ante el despiste de Mutai cuando quedaban unos metros, Iván le fue empujando hasta que pasó la meta en primer lugar.
Para unos fue deportividad, para otros simplemente no debió hacerlo porque la carrera termina en la meta y si se despistó Mutai, ... para algunos otros no debió hacerlo porque la competición es la que es y él es un deportista.
Sea como fuere, no lo pensó como tampoco pensó que se enteraría nadie más que los cuatro que vieron la llegada y alguna crónica en la prensa local, pero.... Iván comentó que no habría sido justo que se hubiera aprovechado del error y respetó el derecho de Mutai a ganar la carera porque se lo había ganado en la pista. Y, como en tiempo de Jesús, nos hemos enterado de que Iván ha hecho, como él ha dicho, algo mejor que ganar. Y añadió: "estos son los valores que me han inculcado en mi familia".
Pero no ha sido solamente ese el caso en que el deporte ha hacho algo por los demás. Un futbolista español que juega en un equipo británico, en el Swansea: Ángel Rangel. Y no es por sus goles por lo que ahora se habla de él, sino porque según cuenta, "Fuimos (él y su esposa) a comer algo a una cadena de sandwichs y escuchamos al gerente decir que iban a tirar bolsas de sandwichs cuando cerraran por
la noche" y añadió: "Mi esposa Nikki, que es una persona caritativa, le pidió si nos los
podía dar para entegarlos a las personas sin hogar en vez de tirarlos a
la basura". Por twitter se enteró donde se reunian los sintecho y allá que se fue a llevar lo que habia conseguido.
Y así podríamos ir encontrando ejemplos en los cuales el deporte en todas las categorías, en toda España, han realizado campañas de recogida de alimentos para donarlas a los Bancos de Alimentos para que puedan atender a quienes mas los necesitan haciendo así real ese derecho de todas las personas a tener satisfechas sus necesidades básicas, entre otras la de su alimentación.
Ojalá cada día sean mas frecuentes este tipo de gestos más humanos y llegue un momento en que no sean necesarios porque todo el mundo es capaz de compartir lo que tiene para que todos tengamos, de modo efectivo, los mismos derechos.
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